La alimentación de los bebés con leche de fórmula tiene un impacto ambiental 500 veces superior al de la lactancia materna.
Un estudio liderado por el IDIAPJGol pide educar tanto a los profesionales de la salud como a la población para que sean conscientes del impacto ambiental que conlleva la elección de su alimentación y la de sus hijos.