Concepció Violán: “Hacen falta más profesionales asistenciales que investiguen”
La investigadora del IDIAPJGol, entidad que dirigió durante 16 años, habla sobre su visión de la investigación en la atención primaria y los retos que afronta el Instituto. Su carrera ha sido reconocida con el Premio a la Trayectoria Investigadora en la Atención Primaria del ICS 2024
Concepció Violán, médica e investigadora que dirigió durante 16 años el IDIAPJGol, ha sido reconocida con el Premio a la Trayectoria Investigadora en la Atención Primaria 2024 en la última Jornada de Investigación del Instituto Catalán de la Salud. Esta distinción pone en valor más de cuarenta años de dedicación a la investigación, la docencia y la gestión en este ámbito.
La doctora Violán, que actualmente ejerce como médico en la Unidad de Apoyo a la Investigación Metropolitana Norte del IDIAPJGol y del ICS, ha sido una figura clave para el desarrollo de la investigación en la atención primaria. En esta entrevista, reflexiona sobre la situación de la atención primaria y el papel esencial que desempeña la investigación en el primer nivel asistencial. También habla sobre su visión del IDIAPJGol y los retos que afronta.
¿Qué significa ese premio?
Hace mucha ilusión recibir un reconocimiento a la trayectoria, cuando se acerca el final de la vida profesional. Sin embargo, en investigación, y especialmente en la atención primaria, el trabajo no es nunca de una persona. Por tanto, este reconocimiento lo he recibido yo en nombre de toda la gente que ha trabajado conmigo durante estos años.
Ha dedicado la mayor parte de su vida profesional a la investigación en el ámbito de la atención primaria. ¿Cómo nació su interés por este ámbito?
Yo empecé a investigar muy joven. De hecho, cuando aún no había terminado la carrera, en el Hospital Clínic. Allí nació mi inquietud por investigar. Cuando terminé Medicina, ya tenía claro que quería hacer el doctorado. Fui a realizar la residencia en el Hospital Virgen de la Arrixaca, de Murcia, donde realicé la tesis, que trató sobre la hipertensión, concretamente sobre los holters, los aparatos que miden la tensión arterial durante las 24 horas.
En total, han sido más de cuarenta años de vida profesional, dedicada a la investigación, pero también a la gestión: en el IDIAPJGol, donde estuve 16 años, y también en direcciones de atención primaria de Murcia, Madrid y también de Cataluña, donde tuve la satisfacción de trabajar en la reforma de la atención primaria y finalizarla.
¿Cómo ve la atención primaria? ¿En qué situación se encuentra?
Desde finales de los ochenta hasta antes de la pandemia, la atención primaria, tanto en Cataluña como en España, mejoró mucho, en recursos, pero también en algo muy importante, que es la longitudinalidad, la atención integral de la persona, que era un aspecto básico de la reforma de la atención primaria que realizamos durante las dos últimas décadas del siglo veinte.
Después de la pandemia hemos incorporado otros perfiles profesionales, fisioterapeutas, nutricionistas, profesionales de salud mental, algo que está bien, pero hemos perdido esa visión global de la atención. En gran parte debido a la falta de médicos de familia y enfermeras, que son los ejes sobre los que debe pivotar la atención primaria. Ahora es necesario, no solo repensar, porque ya hay mucha gente que piensa en ello, sino actuar para cambiar el sistema de salud, integrando y poniendo en valor las tareas de los nuevos profesionales que se incorporan a la atención primaria.
¿Y de qué manera se debe actuar, teniendo en cuenta la falta de profesionales y de recursos?
La clave es priorizar. Hay que revisar qué es necesario hacer y qué no, pero, sobre todo, repensar qué aporta valor para mejorar la salud de las personas. Deben revisarse cuáles son los procedimientos diagnósticos que podemos solicitar y realizar en la atención primaria. La coordinación con la atención especializada es también un aspecto que se debe revisar. También tenemos las consultas colapsadas porque hay problemas que no se pueden abordar desde la atención primaria, y es necesario identificarlos y buscar soluciones evaluadas y adaptadas a cada territorio.
También es importante que cada persona tenga un referente asistencial, que deben ser los profesionales de la medicina y la enfermería. Desde la misma atención primaria estamos rompiendo la longitudinalidad del médico de familia. Estamos atomizando la atención a la persona, no solo en la atención primaria, sino también en los hospitales, y esto no es bueno para la salud de la población ni es eficiente, sobre todo teniendo en cuenta el envejecimiento de la población, que va asociado a la cronicidad y la multimorbilidad. Esto implica que muy a menudo dos personas con hipertensión, por ejemplo, no pueden ser tratadas por igual; es necesario tener en cuenta otras enfermedades que puedan tener, sus condicionantes sociales y culturales, y personalizar la atención a cada paciente.
¿Cómo puede ayudar la tecnología a mejorar el sistema?
La tecnología nos ha ayudado en algunas cosas: las visitas telemáticas, las telefónicas, la capacidad de conectar con tu médico a través de La meva salut... Pero al final esto también acaba saturando a los profesionales. Estamos facilitando herramientas de telecomunicación que están restando tiempo para las visitas cara a cara, que tal vez podrían permitir resolver el problema antes.
En cualquier caso, antes de decidir los cambios que debemos hacer, debemos conocer qué cosas funcionan y cuáles no, y aquí es donde entra la investigación: antes de decidir qué cambios organizativos hacemos, es necesario que nos hagamos preguntas; la respuesta nos permitirá analizar qué decisiones son más acertadas para mejorar la atención.
Este año celebramos el centenario del nacimiento de Jordi Gol i Gurina. ¿Qué crees que podemos aprender de su pensamiento, de su forma de ver la atención primaria y la medicina de familia en general?
Jordi Gol era un médico de familia de pies a cabeza, que tenía claro que el médico de familia, a quien en su época se llamaba médico de cabecera, era el profesional que debía abordar la persona de manera integral, teniendo en cuenta su entorno y también factores físicos, mentales, sociales, espirituales...
Él introdujo la historia clínica, que ha sido fundamental para investigar en la atención primaria, porque lo que no queda registrado no se puede evaluar. Gracias a Jordi Gol somos conscientes de que todos los condicionantes de la persona influyen en su salud.
Hoy, aparte de lo que el médico registra en la historia clínica, hay un montón de información relevante para la salud de la persona: los datos que registran los relojes inteligentes, las informaciones del entorno, la temperatura, la contaminación... Estos condicionantes de la salud pueden ayudarnos a atender mejor las enfermedades. Jordi Gol nos hizo tener conciencia de que hay muchos condicionantes de la salud que debemos tener en cuenta, más allá de parámetros bioquímicos o biológicos.
¿En qué situación cree que se encuentra la investigación en atención primaria en este momento?
En Cataluña estamos mejor que en el resto del Estado, y lideramos la investigación en atención primaria, pero todavía nos queda mucho camino por recorrer si queremos ser líderes a nivel europeo. Una de las cosas que necesitamos para conseguirlo es que los profesionales asistenciales puedan investigar. Porque la investigación hoy en día ha crecido mucho entre otros profesionales que no son clínicos, como informáticos, ingenieros, matemáticos, estadísticos, físicos... y la colaboración entre profesionales básicos técnicos y médicos nos ha permitido crecer mucho. Pero necesitamos más profesionales asistenciales que hagan investigación.
El problema es que los médicos y las enfermeras, y también los otros profesionales que hacen asistencia directa en la atención primaria, no tienen tiempo de investigar. Pero es fundamental que estos profesionales investiguen, porque son quienes se hacen preguntas, quienes conocen de forma más cercana las necesidades de salud de las personas. Porque un farmacéutico o un químico nos pueden ayudar mucho, pero la pregunta clave la seguirá haciendo el profesional asistencial.
Decía que, en los últimos años, la investigación en atención primaria ha crecido, aunque podría haber crecido más. ¿Qué papel ha jugado la pandemia en este crecimiento?
La pandemia ha permitido potenciar la investigación en vacunas y, por lo general, en todas las actividades preventivas. Las entidades financiadoras de la investigación y los propios profesionales se han dado cuenta de que esta investigación no se puede realizar al margen de la atención primaria, que es la puerta de entrada del sistema y donde se pueden impulsar actividades preventivas.
A raíz de la pandemia también ha habido un importante crecimiento de proyectos internacionales que han permitido hacer crecer la investigación en la atención primaria. También he de decir que la actual dirección del IDIAP Jordi Gol lo ha sabido aprovechar y ha hecho un esfuerzo importante para potenciar los proyectos europeos y los proyectos relacionados con la innovación y con la implementación de nuevas técnicas en la práctica clínica atención primaria.
El IDIAPJGol es uno de los pocos centros del mundo que se dedican exclusivamente a la investigación en atención primaria. ¿Cuál es su papel?
IDIAPJGol está reconocido como una institución líder y puntera de la investigación en atención primaria. Es un modelo singular y único que, en España, la Comunidad de Madrid ha cogido como modelo. Lideramos la RICAPPS [Red de Investigación en Cronicidad, Atención Primaria y Prevención y Promoción de la Salud], que es la red de referencia en investigación en atención primaria a nivel estatal, una estructura que ha permitido consolidar la investigación en el primer nivel asistencial.
Ha sido la persona que más tiempo ha estado al frente del IDIAPJGol, que ha dirigido durante 16 años. Durante este período, la institución creció de manera considerable. ¿Cómo fue esa experiencia?
Fue una experiencia muy gratificante, como ver crecer a un hijo. Cuando me incorporé, en 2004, éramos sólo siete personas y había que montar toda la estructura, establecer procedimientos... Todo esto requirió mucho tiempo y el trabajo de un gran equipo que me acompañó durante todo este período.
Al no cumplir los requisitos para ser acreditados como centro de investigación, porque, legalmente, solo podían acceder los institutos vinculados a un hospital, nos certificamos con una norma ISO que permitía demostrar y demuestra la calidad del trabajo que realizamos. Esto nos permitió crear una estructura de gestión y de procedimientos de trabajo que garantizase que los recursos que depositan en nosotros los investigadores estaban bien gestionados. Esta es una parte muy importante de responsabilidad que nosotros tenemos, porque el dinero que gestionamos no es nuestro, sino de los investigadores que lideran los proyectos de investigación. Por tanto, se debía crear un mecanismo ordenado y transparente, que pudiera ser auditable y acreditable. Otra cosa que también hicimos fue impulsar ayudas a la investigación que permitieran a los profesionales asistenciales tener tiempo para investigar, y esto se ha mantenido y potenciado.
Yo puse la semilla y el niño pudo empezar a crecer. Ahora, con más de 25 años, el Instituto ha llegado ya a su edad adulta. La dirección actual está llevando el timón del barco muy bien ordenado y puede seguir creciendo.
¿Y hacia dónde debe seguir creciendo el IDIAPJGol? ¿Qué retos afronta?
Es necesario poder atraer a más profesionales asistenciales que hagan investigación, porque la investigación, al igual que la formación y la docencia, es imprescindible para hacer una buena asistencia. No puedes hacer una buena asistencia si no contestas a las preguntas que te formulas durante la práctica asistencial.
¿Es sólo una cuestión de tiempo o hace falta más interés por investigar por parte de los profesionales de la atención primaria?
Hay un factor que debemos tener en cuenta, y es que las generaciones actuales tienen una percepción de la vida distinta a la que tenía mi generación. No digo que sea peor, pero los valores han cambiado. Hoy se quiere trabajar para vivir y en mi época el trabajo era prioritario y vivir quizás no lo era tanto... Luego está la presión asistencial, que es hoy muy elevada. Para los asistenciales, investigar supone una mochila que puede ser muy pesada. Deberíamos plantearnos modelos que permitan compatibilizar la investigación con la asistencia.
¿Y esto cómo lo hacemos?
Si queremos investigar en los centros de salud y no queremos que los profesionales pongan más horas, debemos poner más personas y redimensionar en algunos casos algunas plantillas de los centros. Tampoco hace falta que todos los profesionales investiguen. La investigación no es obligatoria, aunque sí necesaria para dar una buena asistencia.
Otra cosa es mejorar su colaboración con otros profesionales. La mirada interdisciplinaria es clave para poder realizar investigación de calidad. Tener la colaboración de profesionales que aporten miradas diferentes, que puedan interpretar los datos...
Hablando de datos, una de las joyas de la corona del IDIAPJGol es el SIDIAP, que se desarrolló cuando era directora del Instituto. ¿Qué importancia tiene esta base de datos para la investigación en atención primaria?
El SIDIAP se puso en marcha en 2010. En ese momento, fuimos una de las instituciones pioneras en utilizar lo que hoy se llama real world data. El SIDIAP es una herramienta muy potente, que ha ofrecido datos muy relevantes que han permitido modificar tratamientos y actuaciones clínicas a partir de la evidencia. Con la aplicación de técnicas epidemiológicas, estadística e inteligencia artificial, estamos obteniendo información muy relevante del SIDIAP, que está permitiendo mejorar la práctica clínica.