Real World Lab (RWL) es un LIVING-LAB centrado en la Atención Primaria. Se ha creado con el objetivo de apoyar a emprendedores, investigadores y también inversores para probar y validar tecnologías de la salud en un entorno real, incluyendo algoritmos de IA, aplicaciones, plataformas, dispositivos médicos o procesos.
El desarrollo infructuoso de algunas tecnologías sanitarias se debe a que no se han co-creado, desarrollado y/o validado adecuadamente antes de llegar al mercado. En ocasiones son desarrollados por ingenieros, programadores etc.,.. que crean herramientas, aplicaciones, plataformas o dispositivos médicos con poco o sin soporte clínico.
Durante su desarrollo se ponen a prueba de forma muy limitada (pocas personas, mismo territorio, con familiares,…) y enfocadas sólo a la tecnología pero con algunas carencias (establecimiento del precio final, cómo implementar, necesidad clínica real, impacto socio-económico,..).
El RWL es un living especialmente creado con la idea de resolver todos estos problemas. Admite no sólo ensayos clínicos, sino análisis de la experiencia del usuario, necesidades reales de pacientes y profesionales e impacto socioeconómico entre otras opciones. El RWL ayuda a tomar decisiones sobre tus tecnologías e innovaciones, y una vez alcanzados los retos, se puede obtener un sello de calidad que demuestre la validez del producto, o conseguir información real para reatlizar mejoras.
La principal diferencia con otros Living Labs es que nuestro ámbito geográfico es la Atención Primaria de toda una región, lo que significa que podemos acceder a:
Además, la Atención Primaria, como primer paso para acceder al SNS, está muy cerca de los pacientes, liderando el reclutamiento y adhesión a los estudios de salud y probablemente el lugar más relevante para implementar tecnologías sanitarias debido a su alto impacto y transversaliado total en la sociedad en comparación con la atención hospitalaria.
El RWL ofrece la oportunidad de validar sus productos de tecnología sanitaria en un entorno real. De esta forma, conocerán la viabilidad clínica real de sus desarrollos, la aceptación de pacientes y profesionales sanitarios. También puede aplicarse en diferentes Servicios Nacionales de Salud, y recoger comentarios sobre la experiencia del usuario, para que conozcan la idoneidad de sus desarrollos y, si es necesario, cómo mejorarlos.