Las personas que viven más de cien años tienen niveles bajos de glucosa, creatinina y ácido úrico

Un estudio realizado por el IDIAPJGol y la UdG compara los biomarcadores en sangre más habituales de centenarios y no centenarios. El trabajo también observa que hay que tener en cuenta el contexto socioeconómico para explicar por qué algunas personas superan los cien años

  • 24 JULIO 2025

Las personas que viven más de cien años tienen niveles bajos de glucosa, creatinina y ácido úrico en sangre. Así lo afirma un estudio liderado por investigadores de la Unidad de Apoyo a la Investigación Cataluña Central del Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol (IDIAPJGol) y el Instituto Catalán de la Salud Cataluña Central, así como del Grupo de Investigación en Estadística, Econometría y Salud (GRECS) de la Universidad de Girona (UdG), que ha comparado biomarcadores en sangre de personas longevas que superan los cien años de vida con otras que no alcanzan esa edad. Aun así, los autores del trabajo, publicado en la revista Biogerontology, observan que los biomarcadores sanguíneos solo explican una parte del fenómeno y que es necesario considerar también condicionantes sociales, además de los biológicos.

Los resultados muestran que determinados valores intermedios de ferritina y colesterol, así como niveles bajos de glucosa, creatinina y ácido úrico, se asocian con una mayor probabilidad de superar los cien años. También destacan el papel fundamental de un buen control de los niveles de glucosa en sangre, medida en ayunas y a partir de la hemoglobina glicada (HbA1c), como un indicador clave para la supervivencia en edades muy avanzadas.

Evidencia del papel del contexto social

Aun así, los investigadores subrayan que los factores biológicos no son suficientes para explicar la longevidad. El estudio muestra que muchas personas centenarias provenían de contextos socioeconómicamente desfavorecidos: el 24 % de los centenarios analizados estaban exentos del copago sanitario –un indicador de pobreza–, en comparación con solo el 3,8 % de los no centenarios.

Además, una proporción importante de los centenarios estudiados residía en zonas urbanas con altos niveles de desigualdad: casi un 30 % vivían en áreas con índices de Gini –que miden la desigualdad en la distribución de ingresos– elevados. A pesar de estas condiciones adversas, estas personas alcanzaron una longevidad excepcional gracias a factores como la resiliencia biológica, el entorno comunitario o un estilo de vida saludable.

Durante la pandemia de la covid-19, se observó que las personas que experimentaron una mejora en sus biomarcadores tuvieron más probabilidades de vivir más tiempo, lo que refuerza la hipótesis de una posible resiliencia biológica y social.

Este es el primer estudio que analiza la relación entre los cambios en los biomarcadores y la longevidad durante la pandemia, e incorpora simultáneamente datos a escala individual y contextual para controlar los posibles factores de confusión.

El investigador del IDIAPJGol y del GRECS (UdG), Manuel A. Moreno, primer firmante del estudio, destaca que “la longevidad no depende solo de los valores clínicos, sino también del entorno en el que vivimos y cómo nos adaptamos a él. Se trata de un proceso multifactorial que combina biología, comportamiento y condiciones sociales.”

Referencia del estudio

Moreno MA, Vidal-Alaball J, Saez M, Barceló MA. Blood-based biomarkers in centenarians and non-centenarians: a matched, population-based retrospective cohort study using primary care records in Catalonia, Spain. Biogerontology. 2025 May 26;26(3):115. doi: 10.1007/s10522-025-10258-3. PMID: 40418402; PMCID: PMC12106579.