Alimentar a los bebés con leche de fórmula tiene una huella de carbono 500 veces mayor que hacerlo con leche materna, debido principalmente a la obtención de leche de vaca y su transformación en leche artificial. Así lo concluye un estudio liderado por el Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol (IDIAPJGol), publicado en Journal of Advanced Nursing.
El estudio advierte que la elección del tipo de lactancia afecta el consumo de recursos: el gasto de agua para la alimentación con fórmula, que se elabora a partir de leche de vaca, es cuatro veces superior al de la lactancia materna exclusiva y 1,5 veces mayor que el de la alimentación mixta. Además, la ganadería vacuna contribuye de manera significativa a la generación de gases de efecto invernadero.
El estudio señala que la lactancia materna sigue siendo mucho más sostenible que cualquier otra opción, incluso teniendo en cuenta que las madres que amamantan necesitan consumir más calorías en su dieta, lo que también tiene un impacto ambiental.
Las matronas Judit Cos y Rosa Cabedo, autoras del estudio, afirman que “los impactos ambientales de la alimentación con fórmula pueden influir en las políticas de salud pública y en las recomendaciones sobre las prácticas de alimentación infantil”, y añaden que “la promoción de la lactancia materna y de una dieta materna sostenible, como opciones óptimas, pueden ayudar a mitigar algunos de los impactos relacionados con el cambio climático asociados con la alimentación”.
Para garantizar una alimentación correcta y ambientalmente sostenible, Liudmila Liutsko, investigadora del IDIAPJGol, que también ha formado parte de la investigación, recomienda “educar tanto a los profesionales de la salud como a la población para que sean conscientes del impacto ambiental que conlleva las elecciones de su alimentación y la de sus hijos”.
Green Mother
El estudio se ha llevado a cabo en el marco del proyecto Green Mother, del Grupo de Investigación en Atención de la Salud Sexual y Reproductiva del IDIAPJGol (GRASSIR), que evalúa el impacto ambiental de los diversos tipos de alimentación infantil.
Este equipo realiza estudios observacionales para evaluar los impactos ambientales de los métodos de alimentación infantil, incluyendo el uso de la fórmula, la lactancia materna y los hábitos alimentarios de las madres. Su objetivo es promover prácticas sostenibles en este ámbito. Actualmente se está llevando a cabo la segunda fase del proyecto, que consiste en la evaluación de la efectividad de una intervención educativa en lactancia materna, alimentación saludable y sostenibilidad.
