
El IDIAPJGol y el ICS impulsan una investigación pionera en el Estado para conocer cómo es el proceso de envejecimiento del sistema del equilibrio y los marcadores biológicos que influyen en él. El CAP Maresme ofrece pruebas para detectar de forma precoz el riesgo de caídas en personas de entre 68 y 71 años y ayudarles a prevenirlas.
Las caídas pueden causar lesiones que, especialmente en el caso de las personas mayores, tienen efectos importantes en su autonomía y calidad de vida. En algunos casos, también pueden tener consecuencias graves para su salud.
Trabajar en la promoción de la salud y en la prevención de enfermedades es uno de los ejes vertebradores de la Atención Primaria. Precisamente, la prevención de caídas es uno de los ámbitos en los que se realiza pedagogía cuando se atiende a las personas mayores en las consultas de los CAP.
En este sentido, el Instituto de Investigación en Atención Primaria de Salud Jordi Gol (IDIAPJGol) y la Atención Primaria Metropolitana Norte del Instituto Catalán de la Salud (ICS) impulsan un estudio en el que las personas participantes podrán conocer de forma precoz si tienen un mayor riesgo de sufrir caídas. Se trata de una investigación pionera en el Estado español al estudiar el proceso de envejecimiento del sistema del equilibrio en las personas mayores y al buscar otros marcadores biológicos de este proceso.
¿En qué consiste?
El estudio EPIBAS se centra en detectar de manera precoz los trastornos del equilibrio en personas de entre 68 y 71 años de Mataró.
La persona participante es citada a tres visitas. En la primera se realizan cuestionarios, pruebas y tests para establecer su condición física, autonomía y estilo de vida. Entre otros aspectos, se registra el equilibrio sobre una plataforma (posturógrafo), la velocidad de la marcha o la estabilidad.
Seis meses después, se le entregan los resultados, una vez valorados caso por caso. Cuando se identifica algún riesgo de sufrir caídas, la persona recibe unas tablas de ejercicios adaptados a sus posibilidades para realizarlos en casa y mejorar aquella condición física que puede provocar la caída.
Al cabo de un año y medio, una tercera visita permite al equipo investigador analizar la evolución de las personas que inicialmente presentaban un trastorno del equilibrio, en mayor o menor grado, y si se registra algún cambio al respecto.
Además de las visitas presenciales, se realizan llamadas de seguimiento cada dos meses para conocer si se han producido caídas y estudiar con mayor profundidad el motivo.
Toda esta información es la que finalmente el equipo cruza para poder determinar la hipótesis del estudio en relación con la detección precoz del riesgo de caídas en personas de entre 68 y 71 años.
Con los resultados de estas pruebas, las personas participantes sabrán cuál es su estado en este aspecto y podrán actuar para reducir este riesgo. Además, muchos de estos resultados quedan registrados en La Meva Salut y, en caso de que se determine que sean relevantes para el seguimiento de la salud de la persona participante, el equipo sanitario de referencia tiene acceso para consultarlos.
El estudio está coordinado por el grupo de investigación GRIDAES, de la Unidad de Apoyo a la Investigación Metropolitana Norte del IDIAPJGol. En el proyecto colaboran la Universidade da Coruña, el Aging Research Center del Karolinska Institute, la Fundación Instituto de Investigación en Ciencias de la Salud Germans Trias i Pujol y el TecnoCampus de Mataró, y cuenta con financiación de los fondos europeos FEDER y del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad de España.