
Un estudio coordinado por la investigadora del IDIAPJGol Laura Medina Perucha subraya la necesidad de diseñar intervenciones en educación menstrual en colaboración con el alumnado, teniendo en cuenta las dinámicas de género y las actitudes machistas. El estudio, publicado en la revista Gaceta Sanitaria, aborda los conocimientos sobre la menstruación que tiene el alumnado de secundaria, así como el uso de productos menstruales y las dificultades relacionadas con la menstruación que enfrentan las adolescentes en esta etapa educativa. La investigación recoge las experiencias de más de 800 jóvenes de entre 14 y 18 años que cursan cuarto de la ESO en 17 institutos de Cataluña.
Combatir la inequidad menstrual
El estudio se enmarca dentro de una estrategia coordinada por el Departamento de Igualdad y Feminismos, con la participación de los departamentos de Salud, Educación y Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Cataluña para abordar la inequidad menstrual y promover la salud menstrual en el marco de las desigualdades sociales en salud y la justicia social. Este programa busca fomentar la educación menstrual, el uso de productos menstruales reutilizables y reducir la pobreza menstrual, entendida como las dificultades económicas para acceder a productos menstruales.
En mayo de 2022, la Generalitat de Cataluña llevó a cabo los talleres “La meva regla, les meves regles” en 24 institutos de enseñanza secundaria catalanes. Cada taller, con una duración de una hora y media, incluyó una sesión informativa, consultas, reflexiones y la entrega de material menstrual reutilizable a las mujeres y personas que menstrúan.
Resultados
El equipo investigador realizó una encuesta y grupos de discusión después de los talleres para evaluar la aceptabilidad de la intervención. Los resultados muestran que el 19,4% dejó de asistir al instituto durante la menstruación en los seis meses previos a la realización del estudio. Entre el 10,9% y el 16,4% reportó pobreza menstrual, y el 29% afirmó haber tomado medidas para reducir el impacto ambiental de los productos menstruales después de la realización de los talleres.
Por otro lado, casi la mitad de las mujeres (48,7%) explicó que después de la actividad habló más sobre la menstruación, mientras que un tercio de los hombres (33,2%) afirmó no haber profundizado más en el tema. El 30,1% de las mujeres y de las personas que menstrúan afirmó utilizar productos menstruales reutilizables, aunque manifestaron algunas dudas sobre el uso de la copa menstrual. Sin embargo, el 14,8% de las mujeres y de las personas que menstrúan afirma haber recibido comentarios negativos relacionados con la menstruación por parte de compañeros y compañeras después del taller.
Falta de espacios adecuados
Un resultado significativo del estudio son las dificultades que muestra el alumnado para gestionar la menstruación en el entorno escolar debido a la falta de espacios adecuados y accesibles. Las jóvenes indicaron que el taller no sirvió para sensibilizar al profesorado sobre esta cuestión. Por otro lado, aunque durante la actividad se reflexionó sobre el rol que pueden tener los hombres en las acciones para lograr la equidad menstrual, algunos chicos mostraron reticencias respecto al taller y dificultades para conversar sobre el tema.
La coordinadora del estudio, Laura Medina Perucha, y la primera firmante del trabajo, Andrea García-Egea, destacan que «las intervenciones deberían ofrecer espacios de acompañamiento para resolver preocupaciones del alumnado de manera dialógica». Las investigadoras del IDIAPJGol añaden que estas intervenciones «deberían ir en paralelo con una transformación institucional que facilite la gestión menstrual en los centros escolares, al tiempo que aborde la pobreza menstrual y el presentismo y absentismo escolar asociados a la menstruación».
*Investigadoras del IDIAPJGol